BACK

Cómo hablar con sus pacientes sobre el consumo excesivo de comestibles de cannabis


Los comestibles de cannabis están ganando terreno tanto para usos recreativos como médicos. ¿Cómo debería hablar con sus pacientes sobre el consumo excesivo? Aprende más aquí.

Las drogas comestibles plantean riesgos potenciales para la salud que sus pacientes pueden desconocer

A fecha de agosto de 2023, 23 estados habían legalizado totalmente los comestibles de cannabis, tanto para uso recreativo como medicinal.

La gente no suele tener en cuenta que estos comestibles son perjudiciales, pero pueden provocar intoxicación y otros efectos no deseados. De hecho, los CDC advierten de que los comestibles de cannabis suponen un mayor riesgo de intoxicación que fumar marihuana.

¿Qué daños pueden provocar? ¿Quiénes son los más susceptibles? ¿Cómo puede explicar los riesgos a sus pacientes? Esto es lo que debe saber.

 

¿Qué son los comestibles de cannabis?

Los comestibles de cannabis son alimentos o bebidas que contienen marihuana o aceites de marihuana. Se presentan en diferentes formatos, como gominolas, brownies, chocolates y refrescos. En función del producto, pueden incluir uno o ambos de los siguientes componentes:

  • Tetrahidrocannabinol (THC): sustancia psicoactiva de la marihuana que provoca un subidón. Además de los efectos placenteros buscados, el THC también puede tener consecuencias adversas. Por ejemplo, puede afectar al razonamiento y alterar el equilibrio, el tiempo de reacción y la coordinación.
  • Cannabidiol (CBD): este compuesto obtenido de la planta de cannabis está aprobado por la FDA para el tratamiento de determinados trastornos convulsivos. Sin embargo, también se utiliza para aliviar el dolor, la ansiedad y la depresión.

 

¿En qué se diferencian los comestibles de cannabis de la marihuana fumada?

Los comestibles de cannabis pueden ser menos perjudiciales para los pulmones que la marihuana inhalada. Sin embargo, implican diversos riesgos por su forma de actuar en el organismo. Entre los principales factores de diferenciación figuran:

  • Los comestibles de cannabis tardan más tiempo en hacer efecto. Se puede tardar hasta cuatro horas en sentir el efecto pico de los comestibles de cannabis, en contraste con los 30 minutos que se tarda en conseguir ese efecto con el cannabis inhalado. Por lo tanto, algunas personas pueden consumir este tipo de comestibles en exceso sin darse cuenta de las repercusiones hasta que es demasiado tarde.

 

  •  Los efectos de los comestibles de cannabis duran más tiempo. Los efectos de comer o beber productos a base de cannabis pueden durar hasta 12 horas tras su consumo, en comparación con las seis horas que duran los efectos de fumar o vapear cannabis.
  • Los efectos de los comestibles de cannabis pueden ser más intensos. El THC de la marihuana inhalada pasa directamente de los pulmones al torrente sanguíneo. Sin embargo, el THC de los comestibles de cannabis pasa primero por el hígado, donde se convierte en una forma más potente que provoca un subidón más intenso.

 

¿Cuáles son las posibles complicaciones de consumir un exceso de comestibles de cannabis?

Las complicaciones que pueden producirse con los comestibles de cannabis y con la marihuana inhalada son diferentes. En un estudio realizado en Colorado se observó que los principales motivos por los que la gente que había fumado marihuana acudía a urgencias era por náuseas y vómitos. Sin embargo, las personas que habían consumido comestibles de cannabis acudían a urgencias por los siguientes motivos:

  • síntomas psiquiátricos agudos (p. ej., ansiedad aguda, ataques de pánico, alucinaciones)
  • síntomas cardiovasculares (p. ej., frecuencia cardíaca muy alta)

Consumir un exceso de comestibles de cannabis agrava estos síntomas y aumenta su frecuencia. En el estudio también se observó que las visitas a urgencias debidas al consumo de comestibles de marihuana fueron 33 veces superiores a lo previsto.

 

Grupos en riesgo de consumo excesivo de comestibles de cannabis

Los comestibles de cannabis suponen un riesgo para diferentes personas y grupos. Sin embargo, algunas poblaciones corren mayor riesgo. Según un artículo de enero de 2020 de la revista Canadian Medical Association Journal (CMAJ), las personas con mayor riesgo son:

  • Niños: los niños pueden confundir los comestibles elaborados con cannabis con golosinas u otros alimentos. De 2013 a 2017, el centro de control de intoxicaciones de Colorado atendió un aumento del 70 % en las llamadas por exposición accidental al cannabis en niños.
  • Personas mayores: las personas mayores pueden consumir comestibles de cannabis para controlar los síntomas de enfermedades crónicas. Sin embargo, la CMAJ relaciona este grupo con un mayor deterioro cognitivo y un riesgo más alto de caídas, arritmias e interacciones farmacológicas. Estas afecciones preexistentes pueden agravar los efectos de los comestibles de cannabis.

 

¿Cómo puede ayudar a sus pacientes?

Ayude a sus pacientes hablando con ellos sobre el consumo de cannabis y sus posibles riesgos. Si consumen cannabis, por ejemplo, puede preguntarles si consumen comestibles elaborados con cannabis, cómo los consumen y por qué.

En 2020, los médicos Jonathan Zipursky y Nathan Stall explicaron en un podcast y en un artículo de la revista CMAJ cuál era la mejor forma de hablar con los pacientes sobre los comestibles de cannabis. Ambos destacaron el valor de la comunicación y la importancia de orientar a los pacientes respecto a lo siguiente:

  • Mantener los comestibles de cannabis fuera del alcance de los niños
  • Consumir únicamente productos regulados por la administración (con dosis e instrucciones de uso reguladas)
  • Seguir los principios de prescripción segura de fármacos (p. ej., empezar con dosis bajas e incrementarlas gradualmente)
  • Ser conscientes del efecto retardado de los comestibles de cannabis
  • Ser conscientes de que pueden provocar complicaciones psiquiátricas y cardiovasculares
  • Considerar su estado de salud subyacente

Mantener un diálogo abierto sobre el consumo excesivo de comestibles de cannabis puede proteger a sus pacientes de posibles daños. Según el Dr. Zipursky, también puede influir en sus decisiones médicas y en los tratamientos que prescriba.

Add new comment

The comment language code.