La gran dimisión de los profesionales sanitarios

La gran dimisión y el cambio que supone en los trabajos del sector sanitario

La COVID-19 se ha cobrado la vida de más de 807 000 personas en Estados Unidos y ha provocado en miles de trabajadores sanitarios un trauma mental, emocional y a veces físico tan tremendo que están dimitiendo en masa. Otros, sobre todo el personal hospitalario, han perdido sus puestos de trabajo debido a la importante disminución de los ingresos de los hospitales.

Según una encuesta realizada por la empresa tecnológica Morning Consult, el 18 % de los trabajadores sanitarios renunciaron a su trabajo durante la pandemia, mientras que otro 12 % fue despedido. ¿Qué significa esto en cifras reales? En diciembre de 2021, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos estimó que el sector sanitario había perdido casi medio millón de trabajadores entre febrero de 2020 y noviembre de 2021. Aunque algunos de ellos buscan carreras profesionales en campos afines a la sanidad, ya no están en primera línea atendiendo a los pacientes.

Si bien existen preocupaciones más obvias sobre esta dimisión en masa, hay varios problemas menos evidentes que también afectarán a la próxima generación de trabajadores sanitarios. A continuación, analizamos el impacto de esta situación y lo que los hospitales y centros médicos pueden hacer para conservar a los trabajadores sanitarios y mejorar su moral en un sector en el que la falta de personal ya era un problema.

Las dimisiones provocan una reducción de los conocimientos del personal sanitario

Cuando los trabajadores sanitarios abandonan sus puestos de trabajo debido a los bajos salarios, al desgaste profesional (burnout), a los síntomas de COVID persistente que interfieren en su trabajo o a la falta de apoyo por parte de su empleador, se llevan consigo su experiencia. Lamentablemente, no hay ninguna clase o manual que pueda preparar al personal para todo lo que va a experimentar en un entorno hospitalario y, a menudo, la experiencia y la sabiduría que esta aporta son los mejores maestros. Pero cuando el personal de enfermería y los médicos con años de experiencia tiran la toalla, sus conocimientos se van con ellos.

Este índice de abandono no solo es preocupante para los pacientes que acuden con nuevas cepas de COVID-19, sino para todos los pacientes, hospitales y centros médicos. Una menor experiencia en infartos, accidentes cerebrovasculares y otras situaciones de emergencia puede aumentar el riesgo de errores y víctimas que podrían haberse evitado.

¿Qué están haciendo ahora?

Según un artículo publicado recientemente en The Atlantic, algunos trabajadores del sector sanitario están utilizando su experiencia y conocimientos médicos para solucionar los problemas que han experimentado en su trabajo. Por ejemplo, una mujer muy preocupada por el aumento de pacientes con problemas respiratorios fundó una organización medioambiental sin ánimo de lucro que planta árboles en Chicago. Un antiguo médico que ahora sufre COVID persistente creó un comité de acción política para ayudar a que más médicos sean elegidos para cargos políticos. Otros han abandonado por completo el sector sanitario debido a la desilusión que les impide seguir formando parte de un sistema que creen que está roto.

Cómo conservar al personal sanitario actual

Un mejor apoyo a la salud mental y un aumento de la seguridad personal encabezan la lista de deseos de la mayoría de los trabajadores sanitarios. Dicho esto, hay otras cosas que los hospitales y los centros médicos pueden hacer para ayudar a conservar al personal y mejorar su moral.

• Mejorar los beneficios de los empleados: en vista de que los enfermeros en plantilla dimiten para aceptar puestos mejor remunerados (p. ej., enfermeros itinerantes), los empleadores deben tener en cuenta el valor de su personal y compensarlo en consecuencia.
• Mejorar la comunicación: si los empleados pueden hablar regularmente con sus supervisores y con los altos cargos sobre lo que va bien o mal y lo que les gustaría ver en el futuro, se sentirán más involucrados en su trabajo. Además, puede que vean los cambios que han pedido, lo que disminuye la probabilidad de que busquen otro trabajo.
• Ayudar a conciliar la vida laboral y personal: aunque el equilibrio entre el trabajo y la vida privada no significa que haya que dedicar el mismo tiempo a cada uno, sí significa que la gente debe tener tiempo para vivir su vida. Hable con sus empleados para saber qué significa para ellos el equilibrio entre el trabajo y la vida privada y haga todo lo posible para ayudarles a conseguirlo.

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